domingo, 27 de septiembre de 2009

COPLAS EN LOS TENDEDEROS (2008)


Pedro cumple en esta nueva entrega de su música varias deudas adquiridas por el tiempo y el cariño: algunos amigos y seres queridos que se merecían sus rasgueos de guitarra, y algunos territorios sentimentales que aún precisaban ser recogidos en su biografía musical. Entre los primeros, sus destinatarios tendrán cumplido conocimiento. Entre los segundos, lugares dispares de su memoria, se cuentan coplas y romances en aquellos tendederos de las mañanitas de los años cincuenta, de sol refulgente en las blancas sábanas colgadas al aire; o la innegable herencia adquirida por la vía de Sudamérica. De ese continente le vinieron Yupanqui y Gardel, Larralde y Cabral, boleros, zambas, tangos... A toda la geografía rinde visita: desde los sones de México a la rabia contenida de la Argentina. Y siempre un par de brochazos anarquistas. Ya sea a los muertos del Estrecho, a las abuelas olvidadas y olvidadizas, a los amigos de Brel o al inefable señor Korduras, cuyo nombre todo lo dice. Que nunca falten.

LA PLAZA HUMANA (2006)


La fabulosa red que proporciona Internet se ha comparado a menudo con una aldea global: una ciudad con escaparates, tiendas, servicios públicos y tránsito continuo de compradores, investigadores, despistados, vendedores, aficionados, obsesos sexuales, exhibidores, gamberros y policías camuflados. Es posible que sea la mejor comparación. A pesar de ser una ciudad tan despoblada. Mil millones de personas deambulan por esa ciudad fantasma, pero siete de cada diez corresponden a los países supradesarrollados. Pierre Bourdieu, el prestigioso pensador y sociólogo decía: "El mito según el cual Internet debía cambiar las relaciones entre el Norte y el Sur es brutalmente desmentido por los hechos: en 1997, el 20 % más rico de la población mundial representaba el 93,3 % de los usuarios de Internet, y el 20 % más pobre, el 0,2 %".
Eran datos de hace diez años los que manejaba, pero tenemos la sospecha de que sigue sucediendo. Podría decirse que esa aldea global de Internet se trata de una ciudad donde abundan los escaparates, las tiendas de productos inútiles, las conversaciones absurdas, el uso fútil del tiempo. Aunque entre sus aplicaciones pululen los datos sorprendentes, las polémicas que siempre quedan ajenas a los medios de comunicación de masas, la crítica y la reflexión, solidaridades, inmediatez, urgencias resueltas.
Y en mitad de todo ello, La Plaza Humana, como un pequeño reducto para la poesía realizada desde una pequeña ciudad real y ubicada en la monstruosa ciudad virtual. Pedro Soriano ha visitado la Plaza Humana y ha tomado versos diversos para realizar su nuevo trabajo. Se aúna así la aportación de textos poéticos en internet con la guitarra, de toda la vida, y la voz profunda del cantor.
Poemas de jóvenes autores, y algunos no tanto, cuyo nexo común es residir en un mismo y modesto escaparate, en un lugar virtual que recuerda a aquella Arcadia de Granada, la real, un espacio libre para la noche, la conversación, la música y la poesía. Pedro, acompañado por la profesionalidad y el afecto de Pancho Vidal (guitarra, laúd, quena, zampoña, percusión), Juan Bidart (piano), Jens Ohly (bajo y técnico de sonido) y Galo Córdova (guitarra), musican a los granadinos Javier Benítez, Alfonso Salazar, Jorge Fernández Bustos, Marga Blanco, Ernesto Pérez Zúñiga, Ramón Repiso y Belén Sánchez, miembros de una generación reciente de autores, que se criaron, entre otros, junto a la poesía de Javier Egea y Luis García Montero, poetas recogidos en este volumen. El histórico anarquista José Luis García Rúa, el madrileño Pepe Ramos y David Hidalgo, completan la nómina de residentes en la Plaza Humana a los que Pedro Soriano ha rendido visita.

BEN AL ZAHÍDIN (DESDE EL JARDÍN DE LA CHURRA)



Había un león del famoso patio de la Alhambra que resultó ser ácrata.

Tras siglos de cautiverio decidió abandonar la hierática formación y dedicarse a cultivar una vida más digna. Semejante decisión causó gran impacto en los guardas del recinto monumental, y al pobre de Nicanor Guardajardines, tal embrollo le llevó por la calle de la amargura. Esta metáfora es la que da pie al último disco de Pedro Soriano para sumergirse en la ciudad de Granada, en todas las bajezas y grandezas de las ciudades: la época en que el fútbol parecía algo legendario (Calle de Elvira), la podredumbre de la mendicidad (Niños y pañuelos)... De ahí el subtítulo Desde el Jardín de la Churra, particular atalaya en la ladera de la Alhambra desde donde el autor y sus habituales letristas echan un vistazo y leen la cartilla de la ciudad y aledaños.

Se atreve Pedro a enarbolar una bandera -pero eso sí, incolora, compuesta solamente de sonidos-, planteando (Bajo la bandera de Brel), adaptaciones de textos del gran cantautor belga: Pero diles tú Santiago, versión de Grand Jacques; El Gran Almirante, versión de L´Estatue, Luchar sin descanso, versión de La Quête, tema del famoso musical L´Homme de La Manche. Una interesante vía que promete próximas entregas.

El cd se completa con poemas de Alfonso Salazar (Bolero del Amor Matemático, Amor con pan, Estatua de bronce, Todo lo que me han contado) y canciones íntegras del propio Pedro (El fraile, Los filibusteros, Si vuelves, Camina, Parte y parte, etc....).

En definitiva, un variado ramillete de propuestas, siempre en la línea musical del autor y en unas letras suavemente desgarradoras, tiznadas de rojo y negro, potenciadas por su voz. Que usted lo disfrute con salud.

ARCADIA




En homenaje a aquella Arcadia granadina, que tuvo tres ubicaciones físicas y anida muchísimas otras en el espíritu de tantos y tantos que por allí pasaron y allí disfrutaron de inolvidables noches, alumbró Pedro Soriano, pasado el tiempo, su CD Arcadia. Por allí pasean personajes, que son seres reales, de carne y hueso, con su Historia y su anecdotario: el tema "Arcadia" hace un somero repaso por algunos de aquellos feligreses y su evolución particular. En la misma línea insisten "Noches del bar León", "Santiago", "Máximo"… homenajes privados pero universales, cantos a la amistad.
Pedro Soriano no abandona la línea de compromiso que le alienta desde su primer trabajo, ya sea desde el sarcasmo de "Consejos desde el más allá", "Sólo sé que no sé nada" o "Sin receta médica" a los arranques poéticos y cotidianos de "Con su cal y su arena", "Obra de amor" o "Mensajes en las aceras", fruto de la colaboración con el poeta Alfonso Salazar. Canciones infantiles como "María", "Oliver", o de amor paternal como "Carmen" y "Canción para el azar" completan el rico panorama del tercer trabajo del autor granadino.

PEDRO SORIANO (1980)



Los años sesenta-setenta fueron escenario de la eclosión de la canción, que muchos después llamaron “canción de autor”. Todas las canciones tienen autor, así que esa denominación resulta ser un pleonasmo, pero es el término que trascendió. A rebufo de los grandes chanssoniers franceses (una buena traducción de ese término, chanssoniers, hubiese sido el acertado para denominar el género) surgieron en España voces armadas de guitarra, que por sí solas se plantaban ante el público para decir poéticamente palabras que levantaban ampollas en el régimen vetusto del franquismo: Paco Ibáñez abrió la veda sobre la poesía que había maniatado la dictadura y alargó su ronca voz hasta el siglo de Oro español y más allá; desde Catalunya llegaban los temas de Joan Manuel Serrat (que recuperó las voces de dos poetas maniatados durante la dictadura, como Machado y Hernández) y Els Setze Jutges, y las inolvidables de Raimon… En Asturias comenzaba a destacar un joven Víctor Manuel y en el Sur se revisaba la tradición andalucista con Carlos Cano y el Manifiesto Canción del Sur.
Pero tres ramas de influencia daban sombra a España desde un mismo tronco: la norteamericana prohijada por Dylan y la franco-belga, por un lado y la influencia de América Latina, que con el payador Yupanqui a la cabeza, habían actualizado la tradición americana. En estas dos últimas líneas se enmarca el primer disco de Pedro Soriano: Brassens, Cortez, Atahualpa, y sobre todo Brel, resuenan como eco en sus temas. Son temas donde se plasman las posturas del anarquismo que seguirán junto al autor durante toda su obra: desde títulos palmarios como “El anarquista”, hasta reflexiones sociales, como la propia “Reflexiones”, “Monólogos” o la premonitoria “¿Qué le parece a usted?”, que puede entroncarse con Bendetti o el propio Joan Manuel Serrat en una búsqueda de responsabilidad en el interior de nosotros mismos.

PEDRO SORIANO: BIOGRAFÍA


Es Granada tierra prolifica en gentes dotadas de especial sensibilidad, la propia historia y en especial el paisaje, son delicados caldos de cultivo para que esto suceda.

Sin embargo, muchos de estos granadinos son más conocidos fuera de su ciudad que dentro de ella. Y este, probablemente pueda ser el caso de PEDRO SORIANO, aunque no del todo, ya que en tiempos de su ARCADIA la nómada, a la cual unos años más tarde dedicaría su canción "Arcadia", el cantautor granadino tuvo en su ciudad frecuentes apariciones en público. Fueron algunas facultades y escuelas universitarias, asi como Ayuntamientos e institutos de la provincia, los que sirvieron de cauce elástico para la voz y la música de este hombre.


Aunque nacido en Sevilla –trianero él– vino en su infancia nadando por el gran Río, y recaló ascendente por el Genil, en su Granada. Más concretamente en su calle Elvira, a la que tambien más tarde escribiría una de sus más emotivas canciones "Calle de Elvira", en la que nos habla de su niñez al igual que en aquella otra "¡..Cómo me acuerdo..!" Tras sus estudios en la Escuela de Arquitectura Tecnica se decide definitivamente por la música, en la que había hecho algún escarceo fundando la tuna de dicha escuela.

Desde que cogió la guitarra PEDRO SORIANO inició la andadura del réves, mostrándonos, a esta altura de su vida, que se puede existir sin necesidad de vinculos convencionales. Pedro, sin embargo, no es un contestatario, no es que lleve la contraria porque si, sino que, sencillamente, es hombre que no acepta nada que no sea razonable. Todo tiene que tener una explicación. No obstante, la contradición de PEDRO SORIANO se origina en otra lugar, en el choque de lo razonable con lo creativo. El, por encima de todo es un artista, es un hombre dotado de sensibilidad extraordinaria que no precisa más de una voz y una guitarra, -su guitarra de madera de ciprés– y algún amigo con el que charlar de los asuntos más variopintos.

En toda la humanidad fisica de este cantautor granadino destaca, sin lugar a dudas, sus ojos, que son casi de hombre del campo, ojos de mirar claro y limpio, diáfanos en al infinito de la mirada y tan expresivos que un linguista habría que reconocer en ellos la categoría de suprasegmento.

Una constante en el espiritu de sus letras es el transformo unamuniano, la uniforme disconformidad, el choque de la existencia con la realidad amarga, adobado el relato con detalles de ternura e intimidad, al igual que la familia y amigos a quien tambien dedica gran parte de sus canciones. "A Carlos", "El Anarquista", "Sueño eterno", "¡..Cómo me acuerdo..!", "Carmen", "Oliver", "Canción para el azar", "El fraile", "Maximo", "Pero diles tú Santiago" "¡Ay Kino cómo te extraño!", "Tita Encarna", "Arcadia", "Noches del Bar León", "María", "Canción de Elena", son parte de ellas.

Devoto de Jacques Brel y Joan Manuel Serrat, creó en Granada en los años ochenta su ARCADIA, casi un templo en el que se trató y discutió de la teología mediterránea. Sin embargo, en sus convicciones –si es que está convencido de algo– el componente centroeuropeo es decisivo. Largas estancias en Alemania le procuraron dos cosa: una compañera excepcional –Uschi– y otro modo de ver las cosas de como las vemos por aquí.

Terror siente por los automóviles y es miedo desde luego, justificado. No tolera en su vida esa invasión desmedida y lucha, como puede, con su voz y su guitarra, o contundentes afirmaciones en cualquier conversación.

Hombre libre, mira disciplente cualquier tipo de atadura y suele derretir con su mirada, solamente, la fortaleza de sus nudos .

Ternura recóndita en su interior que se abre generosa, como bota del mejor vino en cada una de sus canciones, con ritmo de bolero rumba o cuplé.
J.A.A.S

PRESENTACIÓN LA PLAZA HUMANA: Mayo 2007




Con los autores de La Plaza Humana.
(De izq a dcha: Pancho Vidal, Pedro Soriano, Manuel Mateo, Belén Sánchez, Jorge Fdez Bustos, Javier Benítez, Alfonso Salazar, David Hidalgo y Ramón Repiso)

VARIOS (d) EFECTOS AL AMOR

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CANCIÓN INFANTIL

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SON DE PAZ

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CANCIÓN DE LA LUZ

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UN DÍA FELIZ

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EL SEÑOR KORDURAS. INTRODUCCIÓN A LOS CAPÍTULOS


Hace casi veinte años en un lugar llamado Arcadia pasábamos las tardes y las noches. Era un espacio para la conversación y las copas en compañía y amistad. Si no había público -un infortuinio que sucedía a menudo- cuatro amigos charlábamos, conspirábamos y retorcíamos la realidad, nos ubicábamos en otro prisma, otra mirada sobre lo establecido. Relativizábamos esos asuntos tan serios que la moral imperante, y ciertos controles políticos pretenden imponer sobre el ciudadano, acostumbran a dejarnos perplejos. De esas perplejidades, de esas charlas surgió un personaje al que convertimos en nuestro particular Quijote. Don Juan Luis Korduras vivía sus historias en nuestra constante imaginación provocativa. Buscaba los cuatro pies del gato, mientras el Ayuntamiento -por ejemplo- intentaba convencernos de que los gatos sólo tienen tres patas. No es tan vano empeño: resulta fructífero esa mirada establecida e impertérrita, como lamentablemente seguimos comprobando, hayan pasado los años que hayan pasado. Por eso las situaciones que vive Korduras serán siendo válidas a día de hoy. Y a día de mañana, nos tememos.
Así, tras un par de días de elucubraciones en una mesa de bar, forjábamos una teoría que poníamos en práctica ante los clientes del local. Siempre con educación. Algún incauto terminaba dándonos la razón ante el aplastante argumentario de Korduras. Llegaba entonces el momento de darle cierta forma literaria a los varíos de don Juan Luis, y al menos una vez a la semana podíamos disfrutar de un nuevo capítulo, redactado, para solaz y recapitulación. Años después ven la luz al fin algunos de aquellos capítulos -quedan más en libretas olvidadas, manuscritos, tiempos aquellos sin ordenador- donde don Juan Luis campea por sus razones, adarga en pecho el argumento, acompañado de Fernández Panza, de Mary Thornes y sus compañeros de Sociedad. Lúcido y lógico. Mortal y honesto. Korduras. Amigo nuestro.

Santiago Arias, Máximo Duarte, Pedro Soriano y Alfonso Salazar

NIÑOS Y PAÑUELOS

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BEN AL ZAHÍDIN

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CALLE DE ELVIRA

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SUEÑO ETERNO

SUEÑO ETERNO
Texto y música: Pedro Soriano

Y soñabas
que volabas y sembrabas
a aún después de despertar
aquel sueño no acababa.
Y a pesar
de los esfuerzos
por no dormir,
aquel sueño te ganaba.

Y soñabas,
sin saber lo que pasaba
y volabas otra vez
y cada vuelta sembrabas.
Sin poder.
Imaginar
que eras tú,
que despacio te marchabas.

Soñabas y no advertias,
que la vida se escapaba
desnaciendo dia a dia,
al tiempo que tú soñabas.

Y soñabas,
y aquél sueño no acababa,
sin principio y sin final
y cada vuelta sembrabas.
En aquél,
maldito sueño,
presagio cruel
del sueño eterno.

REFLEXIONES

REFLEXIONES
Texto y música: Pedro Soriano

A veces los hombres son,
monedas de dos caras
la que la vida les dió,
la que despues alquilaran.

A veces se llaman Don,
y hay veces que ni se llaman ,
te pretenden dar amor
aunque vaya envuelto en balas.

Veces que, en nombre de Dios, pretende glorificarse,
y otras frente a la traición, que prefieren suicidarse.

Cuando el sol te caliente, pero no te ilumine,
cuando en la madrugada presientas la tempestad,
cuando el insomnio gane el dintel de tu ventana,
cuando lo misterioso no provoque más tus alas,
cuando la propia muerte se empeñe en conducirte,
cuando el hastio te gane, sólo tienes que decirme,
donde te hallas.

¿QUÉ LE PARECE A USTED?

¿QUE LE PARECE A USTED?

¿Qué le parece a Usted
si le arrancaran la piel
y con ella todo el lastre
que, de cabeza a los pies,
la fueron acumulando
antepasados de ayer?

¿Que le parece a Usted
si le apretaran el cinto
hasta vomitar la hiel
y con ella su egoismo
y que, al mirarse al espejo,
viera un ácrata en sí mismo?

¿Qué le parece a Usted
si a la hora de morir,
en su corazón blindado
oyera a un preso gemir,
preguntándose a sí mismo;
¿por qué no aprendí a vivir?

¿Qué le parece a Usted?

MONÓLOGOS

MONÓLOGOS
Texto y música: Pedro Soriano

¿Qué me pasa?
hoy he despertado distinto
deseo hacer algo y no sé qué es
quizá estoy encontrando
lo que ando buscando tanto tiempo.
Busco y no sé que busco
sólo sé que es algo vital
algo todavia oculto para mis ojos
algo que debo encontrar
sin ninguna mano amiga
bordeando los consejos
con paciencia y sin enojo
pero ¡Qué difícil es!
¿Llegaré yo a encontrar eso?
Mi signo es la rebeldia
la vida me moldeó así
rechazo todo sistema
todo principio confeccionado
todo lo antinatural.
Qué la humanidad
maldecida por sí misma
se fundan con todos los planetas
y se autodestruya
conozcamos el origen de nuestra carrera
y volvamos a nacer.
Mis ojos ven hoy un poco más claro
hoy puedo mejor calibrar
el absurdo sentido de la existencia
hoy puedo llegar a pensar
que mi vida es como la de cualquiera
mi cuerpo es una masa
organica y andante
esclavo de las pasiones
sometido por sí mismo
al más cruel de los martirios.
Qué se incendie la tierra en llamas,
hasta carbonizar la última celula viva
que si los muertos hablan
despues de muertos
sus voces y sus gritos
apagaran el fuego
conozcamos el origen de nuestra carrera,
y volvamos a nacer.

EL ANARQUISTA

EL ANARQUISTA
Texto y música: Pedro Soriano

Toda el mundo sabe ya,
que tú eres un anarquista,
porque eso salta a la vista
y no hay nada que aclarar.
Lo que pudiste hacer
lo hiciste todo con creces,
por eso ahora mereces
que lo hagan otros tambien.
Eres como una canción
que va por la tierra entera,
que no conoce fronteras
que todos pueden oir
y tienes la condición
limpia y pura de un chiquillo
la bravura de un potrillo
masculino como el sol.
Tuviste que caminar,
por senderos perseguido,
pero con el cuello erguido
supiste todo afrontar.
Nadie te vió vacilar,
a las puertas de la muerte,
que morir es mejor suerte
que tenerse que inclinar.
Eres tú guitarra y voz,
eres tu poesia y canto,
que al mástil vas inspirando
las notas de mi canción.
Por eso quiero cantar,
cantar a los cuatro vientos,
que no importa en qué momento
en mi casa padrá entrar
en mi casa podrá entrar
cualquiera que sea izquierdista,
pero, si es un anarquista,
ese se podrá quedar.

¡¡...COMO ME ACUERDO..!!

¡¡...COMO ME ACUERDO..!!
Texto y música: Pedro Soriano

Cómo me acuerdo de aquellos días,
cuando en la mesa me preguntabas:
¿Cómo te ha ido en tecnología?,
y como un tonto, yo te engañaba.
Cómo me acuerdo cuando los cuatro,
todos comiendo del mismo plato
las aceitunas de la bodega,
porque los sueldos apenas llegan.
Cómo me acuerdo: !Baja tú, Nena!,
porque tú tienes las piernas buenas.
Trae pan y aceite y dí en la tienda,
que te lo apunten en nuestra cuenta.

Cómo me acuerdo cuando gritabas:
¡Pichirriquiqui! y él te aguardaba
cuando los meses se amontonaban
y a Don Antonio no le pagabas.
Cómo me acuerdo de las esperas,
por si traían alguna esfera,
de que la Nena, ya trabajaba
mientras yo iba a la Isidoriana.
Cómo me acuerdo mientras jugaba,
a la pelota y tú pasabas,
con tu cartera de vender libros,
sudando a chorros y sin decirlo,

Cómo me acuerdo cuando llegabas,
de hacer la compra y me llamabas:
¡.. Baja hijo mío, que vengo muerta,
que ya no puedo con las dos cestas..!
Cómo me acuerdo que año tras año,
me hacías rosquillos p`al cumpleaños.
Los estudiantes, para ti sola
y >El fugitivo< con Doña Lola.
Cómo me acuerdo, por las mañanas,
cuando tan dulce nos despertabas
y nos llevabas, uno por uno,
hasta la cama, los desayunos.

Cómo me acuerdo de todo aquello
cómo me acuerdo, cómo me acuerdo.

BUSCANDO

BUSCANDO
Texto y música: Pedro Soriano

Buscando impasible
los origenes concretos de la vida,
me encontré de pronto perdido
en la caverna de la inseguridad.
Y allí aprendí,,, ¿Qué fue lo que aprendí?
Allí aprendí todo lo que sé,
y, ¿qué es lo que sé?
Sé que el hombre,
desde mucho antes de eternidad,
presintiendo el mundo al que venia,
comenzó a inventar.
Comenzó a inventar,
e, inventó....,
primero se inventó a sí mismo
para poder seguir inventando,
y despues,
contemplando su propia monstruosidad,
sintió necesidad de inventar
mil y un dioses.
Para poder así sobrellevar
con resignación
su propia tragedia.

PARA UN GLOSADOR DE LA DIVINA ACRACIA

PARA UN GLOSADOR DE LA DIVINA ACRACIA
Y UN CHARLATAN DE FERIA
Texto y Música: Pedro Soriano

Joan Manuel
tengo que apresurarme o perderé ese tren
donde a tí
y al charlatán de feria, viajando os encontré
Joan Manuel
buscando tus quimeras, con barcos de papel
y aún así
vendiendola baratas, allí en tu carrusel.
Y tú, Cortéz
vagando con tú canto, por cuerpos de mujer
O si nó
tratando de ser lluvia, en vez de ver llover
Joan Manuel
propagando los versos, que de Antonio y Miguel
y otros más
se nos fueron negados por un brutal poder.
Y tú Cortéz
abonando aquel arbol, recuerdos del ayer
o haciendo ver
que si no hubiera abejas, nunca tendriamos miel
Joan Manuel
mil años hace, aunque parezca ayer
que yo sé
que esas lagrimas oscuras, las conoces muy bien.
Y tú Cortéz
tú con tú carromato, y él con su carrusel
conseguís
rescatar de la muerte, un momento a Jacques BREL.

EL SEÑOR KORDURAS Y SU TIEMPO (1990). CAPÍTULO 1


I.- DE CÓMO CONOCÍ AL SEÑOR JUAN LUIS KORDURAS Y DEL PORQUÉ DE MI ESTADO EN EXCEDENCIA LABORAL.

Yo llevé tres veces el señor Korduras al psiquiátrico. No oponía resistencia. La última vez, incluso, hizo el ademán de ajustarse él mismo la camisa de fuerza. Con aplomo y serenidad, estoico todo él, soportaba la embestida de mi compañero que lo atenazaba rodeándole el cuello con su potente antebrazo. Y ya inmovilizado en aquellos aparejos, se limitaba a murmurar al bueno de Fernández:

“Pues ya ve usted, señor Fernádez, la vida, que es así”. Y al señor Fernández se le llenaban los ojos de lágrimas y prometía a don Juan Luis ir a visitarlo al manicomio a la mañana siguiente.
Trabajo como loquero. No me gusta que se cambien las palabras como modismo de lo políticamente correcto, porque el loquero es loquero, como el vagabundo es vagabundo, y no transeúnte, y como el anciano es viejo y no tercera edad, y el cojo, cojo, que no minusválido, y el ciego ciego, que no invidente, como pretenden ahora. Digo, que trabajo como loquero en el psiquiátrico de esta ciudad, y no acostumbro a encontrar entre mis urgencias laborales individuos de la talla de don Juan Luis Korduras. La conciencia misma personificada.
Dada la continuidad de sus visitas al manicomio –“a pasar otra revisión” decía – entablamos una sincera amistad, que el tiempo y los encuentros fuera de aquella casa de locos asentaron. Solía contarme durante el trayecto hacia el hospital, una vez aflojada la camisa de fuerza, el motivo de este nuevo apresamiento. “Cosas de la vida, amigo loquero”. Y eran tan increíbles las historias, como increíble era ver al señor Korduras enfundado en aquella camisa celeste y de mangas interminables, hablando con tal lucidez, como si de Zaratustra redivivo se tratase.
Y fue tanta mi curiosidad por la figura de este hombre, que pedí la excedencia durante dos años en mi trabajo y me dispuse a recopilar los increíbles relatos vividos por el Señor Korduras, para que hombres así no caigan en el olvido de sus desdichados congéneres.

A CARLOS

A CARLOS
Texto y música: Pedro Soriano

Hace apenas unos días
la muerte te fue llevando,
y tal como tú querías
ya ves que no estoy llorando,
pero deja que te diga
aunque se lo lleve el viento
entre notas de guitarra
todo aquello que ahora siento.

Ahora que me faltas tú
regando mis ilusiones,
quien me dará nuevas fuerzas
para hacer nuevas canciones?

Ahora que me faltas tú
ahora es mi vino más ágrio
ya no oiremos más zumbidos
ni más gritos libertarios.

Ahora que me faltas tú
ahora llora mi guitarra
al tiempo que yo me escondo
y me pierdo en una farra.

Ahora que me faltas tú
ahora la voz se me enturbia
amargándose la noche
si comparto una tertulia.

Ahora que me faltas tú
ahora me siento el poeta
cantor de la acracia muda
la de los versos sin letra.

TITA ENCARNA

TITA ENCARNA
Música y texto: Pedro Soriano

Apenas saboreando
la dicha del matrimonio
te afrentó la realidad
trocando paz por insomnio
y ya nadie conoció
otro indumento en tu cuerpo
que el de perseverancia
y el triste luto del negro.

Tita Encarna, Tita Encarna...

Cómo olvidar la ternura,
el amparo y el tesón
con que a todos cobijabas
cubriéndonos de tu amor,
una por una vendiendo
las onzas de aquel Batanga
o cebando aquellos cerdos
para el tiempo de matanza.

Tita Encarna Tita Encarna...

Y aún en los años del miedo,
del hambre y del estraperlo
fuiste la tita de todos,
fuiste la tita del pueblo.
Todo el mundo conoció
La tita de Bobadilla
Si aún no tienes una calle
Aquí está tu tonadilla.

Tita Encarna, Tita Encarna...

SOLO SÉ QUE NO SE NADA

SOLO SÉ QUE NO SE NADA
Música: Pedro Soriano
Texto: Alfonso Salazar

¿Dínos dónde puebla el alma, Maestro?
Dínos, cómo quién ama es el amor
cuéntanos de la retorica,
de Gorgias, del Banquete y Fedón.

Si es que amo lo que deseo, Maestro,
si yo deseo lo que no poseo,
porqué rebusco entre los restos
del amor que se marchó.

Y si el alma existiese, Maestro,
(no sé siquiera si la tengo yo)
dices que está y dices que no está
que ni merece la pena preguntar.

¿Y la retórica y política, Maestro?
Quién dice hoy miente mañana,
si nos sigues confundiendo
a dos velas iremos a tu entierro.

Y si vamos del mortal al inmortal
cuando el amor desea lo que ama.
Si te pregunto dónde tengo el alma
Tú me respondes: Sólo sé que no sé nada.

SIN RECETA MEDICA

SIN RECETA MEDICA
Música: Pedro Soriano
Texto: Alfonso Salazar

COMPOSICION:
Cada surco de acción constante, de esta pócima se compone
de paz y pasión militante, Bakunin, varios corazones,
voz critica y reflexión, y anarquía en etanol
INDICACIONES:
Se indica su tratamiento, con el mundo por excipiente
por shock de alergia racial, ataques al medio ambiente,
entrevistas con el presidente y eczemas de la patronal
INDICACIONES ESPECIALES:
Urticaria por matanzas y reacción de adrenalina,
falta de riego en la esperanza, sobredosis de oficina,
desidia y aburrimiento y normas del Ayuntamiento.
FORMA DE ADMINISTRACION:
La dosis debe administrarse conforme a la enfermedad.
Se contraindica Carlos Marx, sin leer Kropotkin antes.
En niños de corta edad intoxica El Capital
PRECAUCIONES:
Úsese con precaución en pacientes de cerebro estrecho
politicos con ambición, abogados, notarios, banqueros.
Ante sintomas de intolerancia no consulte a su farmacia
EFECTOS SECUNDARIOS:
Los efectos secundarios producen paz exesiva,
lucidez mental, fatiga, pensamiento libertario,
insomnio, alucinaciones, mareos y convulsiones.
TRATAMIENTO:
Si el paciente recobra el pulso sin alterar la cociencia
persistan en la insistencia de este tratamiento en curso
y sin pérdida de tiempo para obtener un mejor efecto.
ADVERTENCIAS:
Se presenta esta canción, en casete y compact disc
se recomienda la conversación tras lo que acaban de oir.
Como no presenta peligro, dejese al alcance de los niños.

OLIVER

OLIVER
Música: Pedro Soriano
Texto: Alfonso Salazar

Que te vamos a decir que ya no sepas
o descubras de a momento a otro
bastaría marcar en tu piel, en tu tierna piel
tres nueves y llamarte mesías
para dar consuelo a nuestra existencia.
Sin embargo, más milagro que tú no encuentro.
Para cuando tus manos sean tan grandes
como el secreto que guardas,
los zarpazos vitales nos habrán debilitado.
Entonces bastará mirar tus manos crecidas,
o el milagro del secreto,
para saber que tras nosotros,
la noche ya tiene dueno.

Cuando yo era como él
gateaba y sonreía
el sol era un redondel
que nacía y se escondía.
Las horas eran de miel,
el tiempo era una utopía
la leche mezclada en té
como mi madre me hacía.
Y ahora que no eres mayor
para estar en la mentira
te daré en esta canción
lo más bello de la vida.

El sol era un redondel
que nos abre y cierra el día.

El silencio es un ratón
que canta melancolía
el cariño un biberón
con buen sabor a semilla.
Los amigos un rincón
que dan sentido a la vida
y el mundo es un gran botón
que ya harás a tu medida.

El sol era un redondel
que nacía y se escondía.
El sol es un redondel
Que nos abre y cierra el día.

OBRA DE AMOR

OBRA DE AMOR
Música: Pedro Soriano
Texto: Alfonso Salazar

Bajo las bovedillas donde te espero
masa y arena fina de tu recuerdo
fraguo con hormigón el hormigueo
que trae pensar en tí desde el cemento.

Amor, el encofrador y el cristalero
me preguntan por tí y ni contesto.

Siempre de nueve a seis paso la vida
y resuena el calor entre las vigas.
No me niego a saber con quién dormías,
me dedico a enlosar horas perdidas.

Amor del albañil y el carpintero
en esta obra perdida donde te espero.

Si ladrillos coloco voy esperando
reformando mis juntas voy aguantando.
A la hora de comer ¡qué sueño viene!
Hoy me puso mi madre lo de los viernes.

Amor del aprendiz y el mono obrero.
Hoy releo tus cartascon pan y queso.

Un susurro que vuela por los calderos
y el ruido constante de los morteros.
Quien arrastra la arena me dijo un día
quien hace mezcla tiene sabiduría.

NOCHES DEL BAR LEON

NOCHES DEL BAR LEON
Música: Pedro Soriano
Texto: Alfonso Salazar

Sabes que yo sigo igual
que siempre digo lo mismo;
que la novia me dejó,
que me quedan los amigos.
¿Y tu mujer?, ¿donde está?
¿Qué tal te marcha el trabajo?,
que Joaquín ponga las cañas,
y a ver que nos dice el diario.

No hay nada que sea mejor que nuestra conversación,
una noche por delante tres copas entre tú y yo.

A ratos me dejo ir
me acuerdo de otros días
pienso en el porvenir
lo que nos queda de vida.
Supongo que otra vendrá
a sumar melancolía
embarcarse en la ocasión
tomar el tiempo con pinzas.
No hay nada que sea peor que nuestra separación
sabernos lejos por meses sin las cañas del León,

Hay veces que la rutina
me deja en la habitación
pienso que conversamos
y recupero el color.
Tal vez podría ser de fútbol
de atentados de un rumor,
de mujeres de tu rumbo,
de tu casa o del amor.

No importa por donde vamos, ni importa donde llegar
nos basta con que sepamos que juntos se puede andar.

MENSAJES EN LAS ACERAS

MENSAJES EN LAS ACERAS
Música: Pedro Soriano
Texto: Alfonso Salazar

Un viejo que mira y pasa
Elena me lanza un beso
viola un coche el adoquín
sufre amor el barrendero.
Dos perros se huelen juntos
Alí estira su pañuelo
y pasean los parados
mirándose en el cemento.
Sudan los repartidores
y busca piso un soltero
y yo buscandote a tí
que casi nunca te encuentro.
Pepa ya tiene un amor
los niños van al colegio
y riegan todas las noches
aunque caigan aguaceros.

Un trozo de vidrio roto
y hojas de diario viejo
hay un pobre en cada esquina
cerca del Ayuntamiento.
Una foto abandonada
la bolsa del panadero
y yo buscandote a tí
que casi nunca te encuentro.
Los restos que dejó ayer
junto a los del matadero
un socavón, una obra
y contenedor repleto.
Las colillas del tabaco
el vendedor de los ciegos
las comadres al mercado
los huelguistas al encierro.

Hay días que el autobús
me conduce hacia tu encuentro.
Hay veces que tengo suerte
y Elena me lanza un beso.

MÁXIMO

MÁXIMO
Música y texto: Pedro Soriano

Cuando entró en Arcadia
pelirrojo y alto,
juntos descubrimos
que era un buen presagio.
Yo le dije entonces:
por más que te empeñes
verás como el habito
no siempre hace al monje.

Se buscó un trabajo
de esos con corbata
donde hay que cuidarse
de meter la pata.
De la gran empresa
se hizo funcionario
manteniendo el tipo
revolucionario.

Pasamos las noches
vinieron los días,
invernando Arcadia
te aprobó Maria.
Mientras sigan años
de fiel parentela
nos sobrará el tiempo
para irnos de cena.

Bares de Bilbao,
tardes de Maitena,
te espero en el Isar
con la jarra llena.
Escáner y teclas,
pantalla y ratón,
guárdame en el disco
de tu ordenador.

MARÍA

MARÍA
Música: Pedro Soriano
Texto: Alfonso Salazar

No te preocupes María
por los duendes del futuro,
tengo una vara de mimbre,
un látigo y dos conjuros
que llevan los malos ratos
al otro lado del mundo.

Ni te preocupes María
por los tiempos que se vienen
que los pondremos bien firmes,
los borramos de repente
y donde decía lunes
ponemos si quieres viernes.

Porque hay siempre, María,
una cosa en cada tiempo;
unas playas en verano,
primaveras de secretos,
cumpleaños en otoño
y calor de los inviernos.

Pero te espero María
para escribir una historia
de enanitos y de flores,
de pájaros y gaviotas,
de barcos y de piratas,
de abejas y mariposas.

CONSEJOS DESDE EL MAS ALLA

CONSEJOS DESDE EL MAS ALLA
Música: Pedro Soriano
Texto: Alfonso Salazar

Han pasado muchos años,
has pasado muchas camas
se te presenta la edad
y te ves peinando canas.
Si analizas el pasado
como algunos desamores
sólo cabe aconsejarte:
ya vendran tiempos mejores.

Pues ten en cuenta, querido hijo:
menos tu madre y tu hermana
el que pierde una mujer,
no sabe bien lo que gana.

Tu abuelo que era muy sabio
me transmitió esta sentencia
que, entre muchas más ventajas,
justifica la impotencia,
reduce el colesterol,
hasta el dolor de cabeza
y te arma de valor
dotándote de paciencia.

Y así te digo, querido hijo
menos tu madre y tu hermana
el que pierde una mujer,
no sabe bien lo que gana.

Otra forma del consuelo
la canalla cantinela,
pero consuela cantarla
si te dejan a dos velas.
Cuando ella me dejó
-por el otro la muy zorra-
las cuestiones del amor
las resolví con la gorra.

Y toma nota. querido hijo
menos tu madre y tu hermana
el que pierde una mujer,
no sabe bien lo que gana.

Y si llegan otras muchas
Para alegrarte la vida,
no desdeñes las argucias
para ganar la partida.
Que las noches del amor,
casi siempre cosa fina,
nos consiguen el olvido
como eficaz medicina.

Te recomiendo, querida hija...
menos tu hermano y tu abuelo,
por más vueltas que le des,
no encontrarás hombre bueno.

Te abraza papá.

CON SU CAL Y SU ARENA

CON SU CAL Y SU ARENA
Música: Pedro Soriano
Texto: Alfonso Salazar

Sé que el amor que venga será inolvidable
y los dias que lleguen mitad y mitad,
con su cal y su arena su alegría, su pena.
Sé que el amor que venga será como yo.


Sé que existen tareas de hombres gigantes
que se toman la vida como hay que beber
con ginebra y con hielo con pasión y sin celo.
Sé que la ultima copa beberé por mí.

Cuando llegue el amor
y presente sus armas,
le diré que la guerra ya la perdí.

Cuando llegue el amor,
cuando sea constante,
le diré que la vida me hizo así.

Sé que rabian las noches cuando estás delante,
que se turbian las cosas cuando no estás,
con silencio te digo: no eres la de antes.
Sé que nada sucede si no es en mí.

Sé que cosa futuras no tienen remedio,
que las cosas se vienen como se van.
con recuerdo, con ira,con paciencia, con arte.
Sé que sigo en el bar adonde llegaste.

Cuando llegue el amor
y presente sus armas.
Le diré que la guerra
ya la perdí.

Cuando llegue el amor
cuando sea constante,
le diré que la vida me hizo así.

CARMEN

CARMEN
Música y texto: Pedro Soriano

Cómo explicarte Carmen
la maravilla
cuando sentí tu abrazo
entre mis costillas.
La vida nos agravia
con sin sabores
vaticinando a veces
tiempos mejores.
Hostiga con su espina
más dolorosa
para regocijarse
dando la rosa.
¿Será que reencontrarte,
me ha vuelto niño
retornándome al parque
con este guiño?
Cuánto tiempo soñando
con ser tu padre
y lo que siento ahora
es mucho más grande.
Me siento todo entero
anclado en tu cuerpo
y lo que miro y toco,
pluscuamperfecto.
A ver dónde almaceno
tanta alegría
que surge de tu sombra
frente a la mía.
Con ella impregnas a unos
y a otros desnudas
demoliendo de un soplo
todas sus dudas.
Cómo explicarte Carmen
cómo explicarte.
Cómo explicarte Carmen
lo inexplicable.

CANCION PARA EL AZAR

CANCION PARA EL AZAR
Música y texto: Pedro Soriano

Hace unos catorce años
aposté en una partida
buena parte de mi vida
aún a riesgo de perder.

A esos catorce anos fijos
sin garantia ninguna
deposité mi fortuna
a un bajisimo interes.

Después de catorce años,
se reanudó la subasta
y barajando mis cartas
vi que me tocó perder.

Aunque a veces desfallezco,
no corro un tupido velo
quizá pujando de nuevo
renga más suerte otra vez.

CANCION DE ELENA

CANCION DE ELENA
Música: Pedro Soriano
Texto: Alfonso Salazar

Sabes mis sortilegios
conozco tus hechizos,
desvelo tus secretos
por seguir en tu oficio.
Yo sé de tus amantes
tú sabes mis maneras
de seguir adelante
en esta guerra tierna.
El tiempo ha conseguido
mirarnos como amantes
estar siempre vencidos
ante todo lo importante.

Amor mío,
del amanecer al atardecer,
desde ayer hasta hoy,
sabes que te amo,
sabes que estoy.

Me hablas de tus conquistas,
conoces mis deseos
ansias y malas vidas
que dejan sin aliento.
Los cuatro días de amor
son el amor entero,
por saber del dolor
y mil veces del beso.
Finalmente seguimos
y pasamos los años
cortejando el destino,
jugándolo a diario.

Amor mío,
del amanecer al atardecer,
tierno amor,
desde ayer hasta hoy,
sabes que te amo,
sabes que estoy.

AY KINO! COMO TE EXTRAÑO (SI SUPIERA DONDE ESTAS)

AY KINO! COMO TE EXTRAÑO (SI SUPIERA DONDE ESTAS)
Música y texto: P. Soriano

Te fuiste sin avisarme,
no me quisíste alarmar
y trastocando las reglas, rufián,
atravesaste el umbrál.
Quién pudiera rescatarte
y volver el tiempo atrás
estudiando por las noches
quimeras a realizar.
Camino de la academia
y por la tarde a ligar,
nuestro primer cigarrillo
y algunas urgencias más.

Ay Kino cómo te extraño,
si supiera dónde estás
para volver a encontrarnos
y no separarnos más.

Tal vez puedas escucharme
ojalá que sea verdad
quién pudiera consolarse
creyendo en un más allá.
Donde no existan las hienas
y abolida la maldad
sólo fuese tu ternura
el idioma universal.
Donde siguieramos firmes,
soñando con alcanzar
utopías que otras gentes
en la vida entenderán.

Ay Kino, cómo te extraño,
si supiera dónde estás,
para volver a encontrarnos
y no separarnos más .

ARCADIA

ARCADIA
Música y texto: P. Soriano

Santiago siempre elocuente
Oliver juega al balón
Alfonso sigue escribiendo
y el fraile se nos casó.
El Paquillo sigue igual
Jesús se nos hizo actor
Jorge ya no imita a Gila
y Agustín ya claudicó.

Arcadia, bressol de acracia,
hospicio de la canción
de utopía y soñadores
que son pocos pero son.
Arcadia, bressol de acracia,
nunca desapareció
yo sé que siguen cantando
que son pocos pero son

Lola se va a los aljibes
Uschi está tomando el sol
Carmen en cooperativa
Pepa el si ya pronunció.
Coco ya pasó de Perón,
Miguel con otra canción
Abras en al medio ambiente
y Mateo tambien cayó.

Arcadia, bressol de acracia,
hospicio de la canción
de utopía y soñadores
que son pocos pero son.
Arcadia bressol de acracia,
nunca desapareció
yo sé que siguen cantando
que son pocos pero son.

TODO LO QUE ME HAN CONTADO

TODO LO QUE ME HAN CONTADO
Música: Pedro Soriano
Texto: Alfonso Salazar

Que el mar tiene su secreto
y se juega entre las olas,
que sólo soy lo que siento
y tu sangre es de escayola.

Que la luz se llama el día
y una estrella es la aurora,
que se tuercen las mañanas
cuando el duende se evapora.

Todo lo que me han contado
he dejado en un suspenso,
sólo creo en la sonrisa
que amanece si te veo.
Yo sólo creo en tus mares
y en las olas de tu juego,
en la sangre de tu casa
si en ti siento lo que siento.

SI VUELVES

SI VUELVES
Música y Texto: Pedro Soriano

La calle es un rio,
vacío.
Tu sonrisa una cola
de avispa.

El invierno una ocasión
de vernos.
Si vuelves.

La mañana es un balcón
de luces.
La esperanza un rincón
de tu casa.

El invierno una ocasión
de vernos.
Si vuelves.

PERO DILES TÚ, SANTIAGO

PERO DILES TÚ, SANTIAGO
(bajo la bandera de Brel)
Música: Pedro Soriano
Texto: Ursula Sachsenmeier

Es fácil ir a misa
y pedir a las vírgenes
"perdonadnos deprisa
de nuestros torpes crímenes".
Pero diles tú Santiago
que no les perdonamos,
que paguen en la calle
lo que van robando.

Es fácil tras las guerras
prometer paz para siempre,
celebrar las victorias
y vestirnos de jueces.
Pero diles tú Santiago
que sus paces no cierran
los llantos de los niños
y las heridas abiertas.

Es fácil tras el amor
cuando todo se ha muerto
llorar como hombres
pensando que era eterno.
Pero diles tú Santiago
que el amor no es como dicen,
que los tiempos más duros
anuncian los más felices.

PARTE Y PARTE

PARTE Y PARTE
Música y Texto: Pedro Soriano

Hay una cierta parte en mí ya ves
que se parte si te vas.
Hay una cierta parte en mí ya ves
que se parte si te quedas.
Hay una cierta parte en mí ya ves
la que no quiero decir,

es esa
que siempre está
cada vez
que tu no estás.

Pero hay cierta parte en mí ya ves
que me tiene por el hígado.
Pero hay cierta parte en mí ya ves
que se empeña en ser feliz.
Pero hay cierta parte en mí ya ves
esa que nunca recuerda,

la que te
sabe olvidar,
la que te
sabe olvidar.

Hay una cierta parte en mí ya ves
la que se quiere callar.
Hay una cierta parte en mí ya ves
esa que quiere hablar.
Hay una cierta parte en mí ya ves
que no para de decir:
sentémonos,
digámonos
y démonos
tranquilidad.

NIÑOS Y PAÑUELOS

NIÑOS Y PAÑUELOS
Música: Pedro Soriano
Texto: Alfonso Salazar

Nos hablamos con flores
y yo inventaba, la ciudad en sus favores.

Un niño limpia zapatos,
yo te decía, es carne asunto barato.

Mira íbamos del paseo
a Puerta Real con un beso en cada portal.

Hay cosas que la ciudad
nos deja para el recuerdo
yo no quiero más lugar
que ese lunar de tu cuerpo.

Finalmente te marchaste
y tan de pronto, que me esforcé en añorarte.

Y me vendieron pañuelos
por esas calles dos angelitos del cielo.

Mira iba desde el paseo
a Puerta Real con lágrimas en cada portal.

Hay cosas que la ciudad
aún no tiene y yo pretendo
y ya no quiero mirar
todo lo que yo te debo.

Ahora sólo hablo con gatos
y ya no olvido, sus uñas son tu retrato.

Y así distingo del todo
la diferencia, entre dos tragos y un sorbo.

Mira que voy al paseo
y a Puerta Real con una sonrisa en cada portal.

Hay cosas que la ciudad
aún no entiende y yo comprendo
que la madurez es cosa
que siempre lleva su tiempo.

LUCHAR SI DESCANSO: CANCION DEL QUIJOTE

LUCHAR SI DESCANSO: CANCION DEL QUIJOTE
(bajo la bandera de Brel)
Música: Pedro Soriano
Texto: Ursula Sachsenmeier

Soñar sueños imposibles
y no tener bandera,
quemarnos en la fiebre,
llegar donde no llegan.

Seguir esperando,
seguir una estrella
más allá del tiempo,
luchando por ella,
luchar sin descanso
por un trozo de amor,
con un poco de esperanza
alimentar el corazón.

Amar desesperadamente,
y afrontarnos desnudos,
amar siempre los sueños
y enfrentarnos al mundo.

Seguir esperando,
ésta es la espera,
más allá del tiempo
luchando por ella,
luchar sin descanso
por un trozo de amor,
con un poco de esperanza
alimentar el corazón.

LOS FILIBUSTEROS

LOS FILIBUSTEROS
Música y Texto: Pedro Soriano

MI querídisima esposa
tienes ganada la gloria
por que siempre estás en misa
y en las mesas petitorias,
presidiéndolas con garbo
mira que bien que has salido
en las fotos de los diarios
p´a envidia de los amigos.

Y tú bautizas veleros,
con botellas de champán
y por las noches asistes
a fiestas de sociedad,
agasajos y sorpresas
en justa correspondencia
al sillón que representas
en el consejo de empresa.

Que nadie se llame a engaño
somos dos filibustero
por una vez en la vida
tratamos de ser sinceros,
cáguense en los sentimientos
dedíquense sólo al ocio
véndanle el alma al diablo
y habrán hecho un buen negocio.

GANA TIEMPO AL TIEMPO

GANA TIEMPO AL TIEMPO
Música y Texto: Pedro Soriano

No sé con que inercia
ní con que presagio
la misma guitarra
y un canto en los labios.
Salí de mi tierra
donde quedó tanto
buscando horizontes
con menos agravios.

Quedaron amigos
por todo mi barrio
y un dulce recuerdo
de aquél vecindario.
Nó sé si estoy loco
cómo dicen tantos
o llevo en las venas
la fuerza de un canto.

Oíganme todos que quiero cantarles
todo lo que siento,
siento en mi pecho una pena muy honda
que me está consumiendo.
Y siento una llama que no se consume
que me está diciendo
no te derrumbes, sigue hacia adelante,
gana tiempo al tiempo.

ESTATUA DE BRONCE

ESTATUA DE BRONCE
Música: Pedro Soriano
Texto: Alfonso Salazar

No te me acerques querida llena de cavilaciones
que guardo mis ilusiones que otros quisieron quitar
con consejos con insidias y malos ratos de amor.

No me lances a la vida teniendo defensas bajas
pues el desamor trabaja de la cuna hasta el altar
de la noche a la mañana sin fiestas de guardar.

No me pidas que te cure que te lama las heridas
los pronombres posesivos terminan sentando mal
no me pidas que te finja en los placeres celestes
pera sentirnos mas fuertes hace falta mucho más.

Pideme que no me pierda que te alumbre por las noches
ni me olvide de tu nombre aunque arrecie el temporal
aunque lleguen malas horas y pienses abandonar.

Sueño estar en tu regazo llevame cómo las flores
corazón no se responde con mar de necesidad
hay veces que los abrazos nos parecen mucho más.

Guárdame entre tu secreto, sácame a la luz de pronto,
no me ciegues con tus ojos no me dejes respirar
vuélvete estatua de bronce que mira desde su cumbre
y responde al desconsuelo que me acoje si no estás.

EL GRAN ALMIRANTE

EL GRAN ALMIRANTE
Música y Texto: Pedro Soriano

Quién sería aquel ser inmundo que grabó sobre mi tumba
„¡Gloria a este gran almirante que descubrió el Nuevo Mundo!“
Yo, que me hice a la mar buscando sólo tesoros
que me reí de la reina que le robé todo el oro,
que no supe donde fuí ni que el mundo era redondo
y que tan sólo el engaño fué siempre mi profesión
yo que fuí sólo un patán yo que fuí sólo un rufián.
No me llamen descubridor quién nunca me conoció.

Quién pondría en mi pedestal con grandes letras de bronce:
„¡Gloria eterna a este hombre bueno, gloria de la cristiandad!“
Yo que nunca recé a Dios salvo que tuviese miedo,
yo que sólo recé a Dios por miedo a los elementos,
yo que rezaba al diablo p`a satisfacer deseos
yo que no recé al diablo, pues rezar me importa un cuerno
yo que fuí sólo un patán yo que fuí sólo un rufián
Que no me llamen cristiano los curas ni sus sicarios.

Quié escribió en esos libros, toda esa majaderia:
„¡Gloria al gran heroe español que murió en el olvido!“
Yo que atravesé los mares, para conseguir mujeres
yo que destruí los barcos para construir burdeles
yo que me volví p´a España sin dinero y sin poder,
yo que ni era español ni nunca lo quise ser
yo que fuí sólo un patán, yo que fuí sólo un rufián
llámenme, p´a ser certeros, sinvergüenza o putañero.

EL FRAILE

EL FRAILE
Música y Texto: Pedro Soriano

Una noche que me hablaba con el corazón,
y la mente amortiguada por el alcohol,
me confesó que iba p´a cura
y de sus travesuras me participó.

Me habló de una amante dueña de su amor,
y de las terapias de la inquisición
que nunca lograba poder entender
y llenando los vasos me invitó a beber.
Entre copa y copa, nació esta amistad
que en nuestros encuentros como es natural
preside el respeto, pues esa es la clave
que aún hoy conservamos bajo siete llaves

Una noche en "Pedro Antonio" se nos camufló,
se encajó siete cubatas, se desmadró,
se metió en una cabina
y a su Chipilina telefoneó.

Ella en siete sueños conversó con el ,
trató de decirle que estaba de més
como no lograba poder entender
allí paró un taxi y me llevó con el.
Chipilina al vernos ¡Ay madre de Dios!
otra borrachera y otra nochecilla
y ya desde entonces y de incógnito
fueron por Arcadia a tomar sus copillas.

DIAS QUE PASAN

DIAS QUE PASAN
Música y Texto: Pedro Soriano

Son días que pasan
sin valor añadido
donde gasta la vida
su mejor pasada.

Por mi vocación
no puedo volver
se me pasan los días
sin volverte a ver

Yo desgasto del viento
lo que arrastra el río
por jugar con el tiempo
con las cartas marcadas

Por mi vocación
no puedo volver
se me pasan los días
sin volverte a ver

CANCION DE AMOR SIN SALUD

CANCION DE AMOR SIN SALUD
Música: Pedro Soriano
Texto: Ursula Sachsenmeier

Apenas sin darme cuenta
se me acabaron las rentas
de aquél enfermo amor.
Tuvo ese gesto mezquino
de contar las horas
y luego me dejó.

Tan sólo me dejó
solamente me dejó.

Digo que sólo con ella
disfruté los días
y un duro corazón.
Vino con sus cardiogramas,
sus recetas oscuras
y sus dietas sin amor

Tan sólo me dejó
solamente me dejó.

Sufro si no está presente
no creo que me encuentre,
lo nuestro se perdió.
Y ahora que todo se ha muerto
inevitablemente,
yo vivo por su amor.

CAMINA

CAMINA
Música y texto: Pedro Soriano

Camina, no te detengas
camina sin vacilar
camina noche tras noche
incansable hasta llegar.

Cada cual con su mochila
con su vida cada cual
nadie debe detenerse
hay que llegar al final.

Y si no llegas que sea
que la muerte de un zarpazo
detenga tu caminar
y justo en ese momentp
sabrás que has llegado ya.

CALLE DE ELVIRA

CALLE DE ELVIRA
Música: Pedro Soriano
Texto: Pedro Soriano y Alfonso Salazar

La tarde de los domingos
siempre en la calle de Elvira
la gente con sol o frío
se encarama a los tranvías.

Anis, Caldo de gallina
pollo y arroz de domingo
y en las casas más pudientes
copa, puro y cafelito.

Y todo el mundo a los Carmenes
que hoy se nos viste de gala
juega el Granada de Candi
contra el Barςa de Kubala.

Porque las tardes de invierno
no son las tardes de toros
cambian pases y muletas
por el mule y pase corto.

Y cambiamos la banderas
por las franjas blanquirojas
pena da si le ganamos
¿que será del Barcelona?

Y todo el mundo a los Carmenes
que hoy se nos viste de gala
juega el Granada de Candi
Contra el Barςa de Kubala.

Miren ustedes señores
las cosas no son las mismas
ni el Granada es el Graná
ni la liga es ya la liga.

Y que en mi calle de Elvira
ya no gentes ni tranvías
ni el estadio son los Carmenes
ni el Granada maravilla.

Y todo el mundo a los.........

BOLERO DEL AMOR MATEMÁTICO

BOLERO DE AMOR MATEMATICO
Música: Pedro Soriano
Texto: Alfonso Salazar

Si te escribo cartas de amor y boleros
es amor la consecuencia matemática
de toda la espera, toda la distancia,
una ecuación amor, la desnuda fórmula
que lejos de métodos, reglas y formas
desemboca en positiva desazón.

Posiblemente amor por ser el amor
la trágica acuación de segundo grado,
entonces tú en incógnita te conviertes,
derivada, integral, número entero.
Dime cómo podré, cómo elevaré
amor, todo tu amor de raiz al cuadrado.

Quizá se tratase de no conjugar,
amor mío, esa fiel regla de tres,
se tratase de escapar por la tangente,
dividir tus partes, dividir mis partes
y restar por no poder multiplicarte,
por no hacer un hoy por tí, mañana por mí

Y seré bolero, pura matemática,
un número quebrado en todas tus cartas,
quebrado en la espera, y en la distancia
para poder olvidar amor tus áreas.
Dime cómo podré, cómo elevaré
las sabanas paralelas de tu cama

Querida icógnita, la equis de mi amor,
polinomio de mi vida y de las tardes
que escribo, cuando añoro tus cosenos
y teorizo el signo igual de cada beso
invento el factor común de tu recuerdo
con el signo aproximado de un orgasmo.

Si te escribo cartas de amor y boleros,
es amor solamente para decirte
cómo esta pobre ecuación se hace tan nuestra,
que por aritmética, no admite error:
que mis días si llegan se hacen más largos,
se elevan al cuadrado cuando no estás

BEN AL ZAHÍDIN

BEN ALZAHÍDYN
Música y texto: Pedro Soriano

Interrumpimos nuestra programación para leerles el siguiente comunicado:

En la mañana de hoy ha sido ingresado y trasladado de inmediato a la estación de cuidados intensivos de este centro, D. Nicanor Guardajardines, quien presentaba un fuerte schok traumatico, que al parecer, se produjo cuando comenzaba sus tareas cotidianas como vigilante y conservador del palacio de La Alhambra, al observar que Ben–Alzahídyn, unos de los leones del patio, el más ácrata de todos,habia logrado fugarse

Ben-Alzahídyn, Ben-Alzahídyn

Los siglos de cautiverio de cristianos y cadenas
de fotos y de turistas, festivales y verbenes
No lograron arrancarte tu condición de león
y bien que se la jugaste al bueno de Nicanor

Ben-Alzahídyn, Ben-Alzahídyn

Hay quien dice que te han visto de cañas por el Central
tomandote unas tapitas con el amigo Aliatar.
Que tienas a retortero t´o la prensa nacional
y un montón de comisiones dispuestas a investigar

Ben-Alzahídyn, Ben-Alzahídyn

Cineastas, productores, cadenas de televisión
se disputan tu presencia, eres toda una atracción
la ciudad esta empapelada con tus fotos en color
ofrecen por tu cabeza recompensas de a millón

Ben-Alzahídyn, Ben-Alzahídyn

Nicanor ya ha entrado en coma, le han dado la extremaunción
la cosa no es para menos y se teme lo peor.
El pastel ya esta sevido y serás la sensación
si cuenta con tu exclusiva el proximo Churrashow

Interrumpimos de nuevo nuestra emisión para notificarles que hace unos minutos, según el ultimo comunicado llegado a esta redacción, D. Nicanor Guardajardines ha dejado de existir. Descanse en Paz

AMOR CON PAN

AMOR CON PAN
Música: Pedro Soriano
Texto: Alfonso Salazar

Hay gentes que rondan
barras de los bares
yo te conocí
entre barras de panes
allí me ofreciste
un beso de pan
y amasé con gusto
la oportunidad

Hay gentes que brindan
en su aniversario
con dispendios lucidos
y monetarios
yo sólo te ofrezco
dos roscas de pan
fieles prestaciones
de felicidad

Hay gentes que juran
el amor eterno
yo sólo te ofrezco
bollos de pan tierno
y dulces rosquillas
que poder untar
nos merendaremos
el amor con pan.

JAMÁS ME FOLLARÍA A LA NOVIA DE UN AMIGO

Pepe Ramos
JAMÁS ME FOLLARÍA A LA NOVIA DE UN AMIGO

(Depende)

CONTRATO DE SEPARACIÓN DE BIENES

Pepe Ramos
CONTRATO DE SEPARACIÓN DE BIENES__________ a __ de __________ de 19__A partir de la fecha de hoy los abajo firmantes se comprometen a despedazarse mutuamente administrando los siguientes recursos sentimentales:por la parte A:la desilusión, el rencor, los celos y las falsas promesas.por la parte B:el desinterés, la incomprensión, la pasividad y las infidelidades.El notario:___________________Los interesados:

EL PISTOLERO

Javier Benítez
EL PISTOLERO

Amor de mis entrañas, prueba suerte
que hoy vengo disfrazado a tu medida,
y sin pudor te ofrezco una partida
que me dé la ocasión para tenerte.

No temas a jugar. Cógela fuerte,
la bala del amor es recibida
por el tambor rugoso donde vida
no nacerá jamás, pues todo es muerte.

Sostengo la culata entre mis dedos,
levanto el percutor, respiro hondo.
Oigo tu corazón acelerado.

En el ambiente flotan nuestros miedos.
Pongo en tu boca su calor redondo
y si aprieto el gatillo habré ganado.

CANCIÓN INFANTIL (para dormir abrazado a la almohada)

Jorge Fernández Bustos
CANCIÓN INFANTIL (para dormir abrazado a la almohada)

Tuve una muñeca
vestida de azul,
con delicadeza
coge el autobús.

Acabó lo nuestro
y se despidió,
hoy la veo de lejos
con mucho dolor.

Dos y dos son cuatro,
cuatro y dos son seis;
vivo de recuerdos,
no me despertéis.

VARIOS (D)EFECTOS AL AMOR

David Hidalgo
VARIOS (D)EFECTOS AL AMOR

El amor es usar desodorante,
peinarte bien, plancharte la camisa,
dar al espejo tu mejor sonrisa,
bajar las escaleras galopante;

con bombones o flores por delante
parecer puntual, llegar con prisa,
esperarla, salir, tirar de visa
en el cine, en el pub y el restaurante;

recibir por la noche tu castigo:
un beso en la mejilla: eres su amigo,
desear que un cuchillo se te clave,

maldecir amistades tan fraternas
y volver con el rabo entre las piernas.
Esto es Amor; quien lo probó, lo sabe.

ANCIANA EN SU CASA

Belén Sánchez
ANCIANA EN SU CASA

Tu mirada, qué no está aquí,
cuenta los días y las noches.
Tus muebles de canela te escuchan
y te escuchan tus paredes.
Nadie más sabe de ti.
Y un tin-tín de botones y cortinas
aprenden a ser estrellas
sobre un cielo de humedades.
Mientras, por tus ojos,
pasa el tiempo,
pasa el tiempo,
pasa el tiempo.

SON DE PAZ

Luis García Montero
SON DE PAZ

Vigílate a ti mismo
cuando hables de paz.

Que no lleguen los himnos victoriosos
donde el amor no llega.

Que no te hagan injusto tus verdades
igual que tus mentiras.

Que el miedo no te obligue a ser valiente.

Va contigo la sombra que te ve
cuando cierras los ojos
y miras a otra parte .

Va en silencio contigo tu silencio.

No olvides que el cinismo
flota como un ahogado,
que las guerras crueles
necesitan de ti.

CARMELA

Marga Blanco
CARMELA

Desde la ventana
el patio con el sol
es un acuario
de hojas vivas.

Hoy no pienso
ir a molestarte.

Me voy con Carmela
a su memoria de moscas
donde sus mil caras
de seducción felina
y su lengua de lija
me intentan quitar
las agujas y las horas.
Por eso a ella también la dejo
jugar con los botones.

Pero hoy no pienso
atravesar tu puerta.

Siento su ronroneo
en la punta de mis dedos
y me quedo con ella.
Así puedo comprobar
lo que tú sientes
-a veces-
al acariciarme.

LA CANCIÓN DE RICARDO

José Luis García Rúa
LA CANCIÓN DE RICARDO
(extracto)

(„¡mía!“. Elevaba su remo,
y recogiendo
la pelota en el aire,
pasábala a su pie de carne y hueso,
y ¡din! ¡dan!, en regates
de músculo y madera,
burlaba a su contrario,
y en zancadas de pértiga
corría hasta la linde
para centrar balones al compadre:
„¡tuya!“)

LENCERÍA

Ernesto Pérez Zúñiga
LENCERÍA

Eres sola bailarina
y mujer de los salarios.
Se resbalan sueño y nada
por el baile de tu mano.
En el teatro nieva, lejos,
aqui suenan los aplausos.
En pezones de azabache
rueda saliva de anciano.

Por tu cuerpo sueño y nada,
la humedad se va latiendo.
Tu cansancio tiembla roto,
patina de los espejos.
Veite años de gacela
por las barras del deseo.
En un tronco de la Habana
hay un nombre verdadero.

Porque el otro, luces rojas,
solo vale cinco pesos.

AMOR CONFUSO

Javier Benítez
AMOR CONFUSO

Esta ciudad de huelga intermitente,
sus avenidas largas como látigos,
y plazas que recuerdan viejas citas,
y nombres que los tiempos han borrado.

Esta ciudad con obras infinitas,
con bosques de cemento amurallado,
con lluvias de neón y agua bendita
y muertos que descansan solitarios.

Esta ciudad que sabe de nostalgias,
de poderes, de guerras que han pasado,
de copas, de bohemia, de la noche,
de música y poetas entregados.

Esta ciudad que baila con tu cuerpo
a ritmo de boleros o de tangos,
que sueña con tus labios, se emborracha
y luego llora cuando te has marchado.

Esta ciudad sin duda no es la nuestra,
o tal vez se parezca demasiado.

UN DÍA FELIZ

Javier Egea
UN DÍA FELIZ

¿Qué pasa en esta calle que el ciego de la esquina
regala los cupones y el de la barbería
olvidó a Maradona y el viejo que gruñía
por el ojo de patio hoy entona en sordina

baladas de Los Panchos y de Joaquín Sabina
y vino el fontanero y hasta la policía
hace la vista gorda con Luis “El Carafría”
que arregla transistores y pasa cocaína

y paran los taxistas en los pasos de cebra
y la dulce pareja por fin encuentra piso
y es el barrio un desorden lavado por la lluvia?

¿Por qué sirve Bernardo de marca la ginebra?
Porque nadie esperaba tan pronto el paraíso.
Porque ha venido a verme Consuelo de la Rubia.

DE GRANADA A CONIL

Ramón Repiso
DE GRANADA A CONIL

Descalzos corren mis años,
sin sueño van por tu vida,
para que no te dé sed
la sangre de mis heridas.

A las playas de Cádiz
desnudo vengo
para mezclar mis canas
con tu veneno.

De tus veintiseis abriles
la cuenta llevan las olas
y de tu hasch y tu polen
los mecheros que me robas.

Todo se olvida, de pronto,
con el canábis
menos tus pies descalzos
fundando Cádiz.

Se llena cuando te ríes
de flores de almendro el cuarto
porque te lavas la boca
con las agüitas de marzo.

De Granada a Coníl
vuelo cantando
lo nuestro sigue siendo
puro teatro.

CANCIÓN DE LA LUZ

Alfonso Salazar
CANCIÓN DE LA LUZ

Por no tener ni consuelo
se reparten los dolores,
en ciruelas del destino
van nuestros tiempos mejores.

De los limones guardados
en la corva de los dientes
uno sólo me ha quedado
para poder ofrecerte.

Ay, luz de las tintas rojas,
ay, luz de las tintas verdes.

Se mueren los capitanes
ya sin barco ni mandato.
A mí me dieron candela
los meses de tus zapatos.

Posible es siempre posible
cuando la cabeza estalla.
Yo sé que tengo una muerte
esperándome en la playa.

Ay, luz de las tintas rojas,
ay, luz de las tintas verdes.

Si desnudo me acribillan
me coloco una coraza.
Que la armadura de viento
sólo protege en las plazas.

RAZÓN DE AMOR

Ramón Repiso
RAZÓN DE AMOR

No tengo ni tendré para quererte
el valor que quisiera haber tenido,
conoces tan exacto lo que he sido,
lo que dejé de ser para tenerte.

Yo soy débil, mi amor, tú me haces fuerte
cuando abrigas la mano que descuido
dormida en el pasado, cuando pido
la paz y la palabra y no la suerte.

No tiembles, corazón, si en tus pezones
anidan con la luz pálida y fría,
mi tristeza, las buenas intenciones.

No temas, mi razón, es que amanece ;
contigo todo vuelve a ser del día
y el niño que perdí, contigo crece.

IRENA

IRENA
(Texto y Música: Pedro Soriano)

Es una mujer que sabe
lo que quiere de la vida,
es una mujer que vale,
es una mujer sencilla.
Lleva su cuerpo amoldado
a cuarentamil heridas,
que al caminar por la vida
su destino le ha asestado.
Y son tan hondas sus penas
que al combatir con arrojo
se la abrillantan los ojos
y empieza a llorar Irena.

No te preocupes, Irena,
que tienes un hijo hermoso,
lleva tu sangre en las venas
y también tus mismos ojos.
Él será continuación
de tu aventurada vida,
que la vida es la partida
donde juega el corazón.
De corazón y entereza
caminas siempre vestida
dejando por las esquina
los retales de tu amor.

NANAS Y CUENTOS

NANAS Y CUENTOS
(Texto y Música: Pedro Soriano)

Tengo tantos cuentos guardados
en la pena de un pozo
y nanas esperando,

historias que dejan insomnio,
que se convierten en
trampas que rompe otoño.

Por ti, los cuentos que cuando el trueno
mi sueño amenazaba.
Con la ternura
y junto al fuego
yo te contara.

Un escondido tren de madera
en un armario oscuro.
Yo soy el brujo
que hago conjuros
para tu futuro.

Cuentos perdidos y nanas
suben la garganta
y siempre me asaltan.

Porque la vida es un cuento
y una nana tan frágil
que dice te quiero.

Sin ti las noches fueron vacías
que aunque yo no estaba,
a la princesa
había un rey rana
que le faltaba.

Déjame ahora que lo termine:
los cuentos siempre son
una oportunidad.
La rana se hizo beso
y tu boca perdón.

QUIÉN ME HABRIA DE DECIR

QUIÉN ME HABRIA DE DECIR
(Texto y Música: Pedro Soriano)

Quién me habría de decir
después de tanto tiempo
cuando te conocí
y allá en tu apartamento
sellando esta amistad,
con un litro de ponche,
y Yupanqui y Cabral
ataviando la noche.

Quién me habría de decir
si parece mentira
que aún sigamos aquí
yira que yira y yira,
aún haciendo hincapié,
rufián ecuatoriano,
treinta y tantos después
de estrecharnos la mano.

Quién me habría de decir
lo que esconde el destino,
que llegase a escribir
canciones a un bandido.
Amistad sin zurcir
qué bendito regalo
poderla compartir
con sudamericanos.

SI YO FUESE COMO DIOS

SI YO FUESE COMO DIOS
(Texto: Alfonso Salazar. Música Pedro Soriano)

Digo que un amigo ha muerto
y que me deja abandonado.
En la cerveza que me han puesto
traen de postre su caballo,
corre en mis venas su dolor
y en la jeringa corre su razón.

Si yo fuese como Dios,
sin tener remordimientos,
su risa valdría por dos
y mi llanto iría en el viento.
Pero si yo fuese Dios
nunca jamás tendría vacilación.

Entre un manojo de flores
haría aparecer París,
beberíamos ron de soles
y cantaríamos a Berlín.
Y su familia inventaría
para poder brindar en la homilía.

Del verano haría sombras
del invierno un sol tremendo
y su cuerpo sería alfombra
de ratones y de insectos.
Porque yo sería aquel Dios
de los que sueñan y pequeños son .

PATERAS EN EL ESTRECHO

PATERAS EN EL ESTRECHO
(Texto: Alfonso Salazar. Música Pedro Soriano)

Se van al fondo del mar, las rosas muertas,
se van al fondo del mar, con billete
de ida sin vuelta.

Sueños del mejillón, muchas estrellas
del cielo, de la noche, sangre y madera,
muerte en patera.

Así van cayendo en el noticiero,
que ni podemos contar uno tras otro,
de tanto muerto.

Se van al fondo del mar, van avanzando,
mientras cantamos a coro bien alto,
nuestra pereza.

Perdidos en el mar, vienen cantando,
la tierra de las rebajas, de los mercados,
nuestros pecados.

De tanta mala espina éste es el cuento:
corazones que laten y que duermen
en el estrecho.

Se van al fondo del mar, y sin derecho.
Mala sangre nos lleva. Mala vida nos lleva
y no hay derecho.

JUAN Y JOAQUINA

JUAN Y JOAQUINA
( Texto: A. Salazar. P. Soriano. Música: P. Soriano)

A las seis de la mañana,
en el frío del invierno,
el tío Juan de madrugada
hace churros para el pueblo.

A las ocho de la mañana
tía Joaquina abre la tienda
las primas van al colegio
y amanece en Antequera

Barre Juan, barre Juan,
que Joaquina en la cocina
te prepara el gazpachuelo
p´a la hora de cenar

A las cuatro de la tarde
Juan con el cesto a la espalda
camino de la estación
a Bobadilla en El Raspa.

A las ocho de la noche
Juan se vuelve p´a Antequera
le da un beso a su sobrino.
"Bueno, gorila, ahí te quedas"

Barre Juan ...

A la doce de la noche
Antequera ya se cierra
cansados de la jornada
van a la cama y se besan.

Que mañana, ya tú ves,
amanece otra jornada
y entre los churros y andenes
no queda tiempo p´a nada.

Barre Juan …

KORDURAS

KORDURAS
(Texto y Música: P. Soriano)

¿Qué quieren los anarquistas?
Siempre están dando el coñazo,
reivindicando utopías con Bakunin bajo el brazo.
No entendemos su doctrina, no están de acuerdo con nada
que no sea la acción directa cantando A las barricadas.

No militan en creencias
por ley tienen su conciencia.
¿Que querrán estos idiotas
que para colmo no votan?

No tengo intención alguna de escuchar más veredictos,
mejor ve a ver a Korduras, que te aclare tus conflictos.
Que a mí ya me los dejó como el agua de la fuente
de la que bebo a diario: limpia clara y transparente.

Es Korduras un hombre serio, amable y muy complaciente,
que camina por la vida advirtiéndole a la gente
de cómo han de ser las cosas, que no del modo que son,
y para cualquier problema te ofrece la solución

Con exquisito carácter
él recibe a los loqueros
y en los juzgados de guardia,
lo conoce hasta el portero.

CANCIÓN DE LAS ABUELAS

CANCIÓN DE LAS ABUELAS
(Texto: A. Salazar. Música: P. Soriano)

Si le cruza la cabeza un recuerdo de ayer
se lo anota en la libreta, la memoria ya no es
de la que presumía cuando, joven mujer,
paseaba del talle la calle del querer.

La abuela teje punto, costurera de miel,
remueve las agujas con las gafas de ver,
con la voz temblorosa y ese dolor de pies
espera toda la noche luz del amanecer.

Canta una copla antigua, al derecho y al revés,
de un amor de hace tiempo que a la guerra se fue
por cosas que ya sabe no deben suceder,
pasando la miseria y los años en la piel.

La vida en el pasillo con su pozo de hiel,
del sillón a la cama un día y otro también.
Los paseos por la calle ya son cosas de ayer
de aquel tiempo feliz que quisiera volver.

Igual que un pajarito se sienta a comer,
mira fotos de los nietos y remueve el café.
Se le va el santo al cielo y casi sin querer
canta lairolairoláila y a saber dónde fue.

Superó la diabetes y una hernia también.
Tras varios desengaños el tiempo, que es tan cruel,
le pasa la factura de los años en pie.
Y mira con ternura el paso de aquel tren.

DE COBRE Y SAL

DE COBRE Y SAL
(Texto: A. Salazar. Música: P. Soriano)

Pablo Neruda rebusca
conchas finas de la China,
la canción desesperada
de aquella España perdida.

Pablo Neruda se ajusta
su gorra de fieltro gris
y mira el cóndor que pasa
entre los Andes de abril.

Pablo de España y de Chile,
como Piccaso y Casals,
Chile y España se hermanan,
dictaduras de cobre y sal

Pablo Neruda se ajusta
su gorra de fieltro gris
y mira el cóndor que pasa
entres los Andes de abril.

Pablo Neruda se viste
de embajador en la gloria
y viste un traje de nácar
con ribetes de paloma.

Pablo Neruda visíta
en los infiernos a Franco,
como tarjeta le deja
veneno con versos blancos.

COPLAS EN LOS TENDEDEROS

COPLAS EN LOS TENDEDEROS
(A partir de un romance de Rafael de León)
(Texto: A. Salazar. R. de León. P. Soriano. Música: P. Soriano)

Hambre de pan con aceite, las costumbres de la infancia,
mi madre tendiendo ropa con el sol de la mañana.
"Estate quieto ya, niño, deja de darme la lata,
que la radio trae estos versos a traves de la ventana".

Me lo dijeron ayer las lenguas de doble filo,
que te casaste hace un mes... Y me quedé tan tranquilo.
Nada de pegarme un tiro ni enredarme a maldiciones
Ni apedrear con suspiros los vidrios de tus balcones.

Porque sin ser tu marido ni tu novio, ni tu amante,
yo soy quien más te ha querido ¡con eso tienes bastante!
Que si al pie de los altares mi nombre se te borró,
por la gloria de mi mare que no te guardo rencor.

Porque al pie del tendedero la tristeza se me borra.
Que no hay mayor alegría que ser feliz en las coplas.
El niño imitando a Fangio con sus coches de hojalata,
un tren viejo de madera y una mañana muy larga.

Mi padre encendió un pitillo, se enteró bien de tu nombre,
y te compró unos zarcillos, y a mí, un pantalón de hombre.
¡Pamplinas, figuraciones que se inventan los chavales!
Después la vida se impone: tanto tienes, tanto vales...

Las verdades de la radio son verdades del barquero:
yo no tengo lo que valgo pero valgo lo que tengo.
Terminando los romances ya recoge la colada,
mi madre me tira un beso. Y la radio ya se calla.

PORQUE EL TANGO ES VIDA

PORQUE EL TANGO ES VIDA
(Texto: A. Salazar. P. Soriano. Música: P. Soriano)

Rechiflao en mis recuerdos ahora me yira la vida
y no sé qué lo me has dao: te juro que la luna brilla.
Fue a conciencia pura que perdí tu amor.
Desde que te fuiste, triste vivo yo.

De chiquilín te oía allá afuera donde barrio arrabalero,
nada más nos queda ya que en un pálido final.
Malena venga a cantar y al igual que al bandoneón
se nos piante un lagrimón y rompamos a llorar..

Triste, triste, triste, qué noche llena de hastío.
¿No me ves tango querido? ¿no ves la pena que me ha herido?
Flor de fango que hiciste a Griseta de champán,
en los cosos cantarían, si te llamaran María.

¿Dónde está mi barrio, cuna querida?
Ya no nos quedan más, calle de Elvira.
Mándese un trago amigo, no vinimos a llorar,
de noche cuando me acuesto escucho a un tango cantar
que la vida es otro cuento.

Y sin embargo te quiero, tango que me hiciste mal.
Te quiero más que a mis ojos, te quiero más que a mi vida,
tango que me hiciste mal.
Porque sos el mensajero del alma del arrabal.

El día que me quieras en el boliche de Bachín
caminito amigo, me tendrás contigo.
Te quiero más que a mis ojos, tango que me hiciste mal,
porque sos el mensajero del alma del arrabal.

NUNCA CANTÉ EN BUENOS AIRES

NUNCA CANTÉ EN BUENOS AIRES
(Texto: A. Salazar. P. Soriano. Música: P. Soriano)

Nunca canté en Buenos Aires
ni a la luna en Tucumán,
pero no olvido a Yupanqui
que me provocó a cantar.
Después descubrí a Facundo
que me hablaba de Tandil,
con una flor en la mano
que guardaba para mí.

Nunca canté en Buenos Aires
como Sabina y Serrat,
pero la voz del Polaco
siempre me hizo temblar.
Soñé patear la Pampa
con Larralde y su Ovejero,
y escuchar en una estancia
zambas de Los Chalchaleros

Nunca canté en Buenos Aires
ni grité en la Bombonera,
pero me crié entre tangos
de Discépolo y Le Pera.
Y las victorias de Fangio
sucedían en mi pasillo,
al fin y al cabo mi casa
parecía un conventillo.

Nunca canté en Buenos Aires
ni tan siquiera avistar,
la sombra oscura en La Plata,
de Alfonsina y de su mar.
Ojalá cambie mi suerte
y un día pueda conocer,
el Buenos Aires querido
al que le canta Gardel.

EL SEÑOR KORDURAS Y SU TIEMPO (1990). CAPÍTULO 2

II.- DE CÓMO ENTABLÉ AMISTAD CON EL SEÑOR FERNÁNDEZ, DE LA SOCIEDAD SECRETA Y LAS NALGAS DE JUANA.

Hace unos meses me encontraba yo en la Duda: la duda respecto atodos y a todo. Había supuesto conocer a Korduras un terremoto en mi pacífica existencia. Paseando una mañana por el centro urbano acerté a descubrir tras lo visillos de los pringosos cristales de una cafetería al señor Fernández sumergido en un periódico, con sus gafas desenfundadas en la mano izquierda, y un café con leche en la derecha que intentaba llevarse a la boca, sin mirar. Aquel era el momento idóneo para entablar amistad con Fernández, y así conseguir llegar al señor Korduras para que me abriese los ojos a la vida. Decidido entré en el café, me aposté en la barra y pregoné mi deseo a los cuatro vientos de tomar un descafeinado. El camarero solícito atendió mi petición, mas el Señor Fernández no se inmutó, lo cual me desalentaba. Tenía que atacar directamente al bueno de Fernández.

-¡Hombre¡ ¡Amigo Fernández!

El Señor Fernández, tan sencillo, tan humilde, tan poquita cosa, miraba de reojo alrededor, manoseaba el periódico abierto eternamente por la página de deportes, y en voz queda susurraba:

- Perdone, pero ¿es a mí?

Y se reconocía ahí al bueno de Fernández. Se veía asomar en el bolsillo de su pulcra camisa el bolígrafo azul y verde, publicidad de la caja de ahorros donde, desde su tierna adolescencia, ejercía como cajero de tres al cuarto. Bolígrafo siempre dispuesto para resolver un
crucigrama a las horas de hastío en el cuarto de baño o para ser prestado a Korduras para que plasmase una genial idea en la servilleta de un bar, y así perderlo para siempre.

- Coño, Fernández, ¿no me reconoce usted? Nos vimos el pasado miércoles. Fui yo quien introduje a don Juan Luis en la ambulancia.

Fernández no entendía nada.

- Pues...- casi dijo, temiendo hablar más de la cuenta.

- Me gustaría invitarle a un café.

- Si se empeña – Fernández, que no puede negar nada a nadie, tan modoso él, seguía reticente. Su fidelidad a Korduras le impedía dar cuartel a cualquier espabilado que se atreviese a
decir el nombre de don Juan Luis alegremente por las barras de los bares.

- Usted...ya entiende ¿no? – le dije de manera confidencial.

- Pero... ¿Qué dice?- Fernández se sublevaba tras la trinchera de sus gafas.

- Quiero decir -e hice más íntima la voz- que he hablado lo suficiente con don Juan Luis como para entender... Ya sabe... Que veo todo un poco más claro... -dije a modo de contraseña.

Fernández salió de su escondrijo, bajó el periódico, la guardia, el tono de voz. Se quitó las gafas, acompasó la respiración y se le iluminaron los ojos. Una frase tan de Korduras... Todo un poco más claro, incluso en sánscrito reconocería el bueno de Fernández la entonación precisa
que esa frase ha de llevar consigo... Todo un poco más claro, celestiales palabras, suprema contraseña que nos unió para siempre.

Hablamos largo rato, no se tenía noticia de que don Juan Luis Korduras ejerciese trabajo alguno, se sabía de su ascendencia austrohúngara, entroncado en alguna rama nobiliaria desaparecida
tras la Gran Guerra y venida a mucho menos en el transcurso del siglo XX. Se sabía que poseía una casa en el barrio antiguo, que adquirió su padre cuando le tocó una participación en la lotería del cincuenta y seis, y que, aún no poseyendo título universitario alguno, su calidad personal le revestían para discutir con cualquier encumbrado y docto estudioso. Pues frente a los premios del científico oponía él su títulonobiliario –vanos reconocimientos ambos, decía, otorgado el uno por la explotación de la sangre y otro por la explotación del seso– y en buena razón lo decía.
Me explicó Fernández cómo conoció a Korduras. Un antiguo compañero de la Academia Isidoriana, Pepiniqui Agudo, a quien recordaba por su pasión por el esoterismo, le invitó una tarde a tomar una copa en un local. Le habló de sociedades secretas, de la preocupación por la ignorancia humana y algo relacionado con la quiromancia, o eso entendió el cajero. Aceptó acompañarlo el bueno de Fernández, que tan sencillo, tan humilde, no podía negar nada a
nadie. Le llevó el amigo, que luego desmitió lo de la quiromancia para tranquilidad de Fernández, a aquel tugurio incrustado en los sótanos de una vieja fábrica de cemento. Y al entrar entre el humo de tabaco y las medias luces, vio al señor Korduras de pie sobre una mesa arengando al personal sobre la inmoralidad del matrimonio.

El señor Fernández, sorprendido por aquella manera de desgranar y enhebrar verdades esperó a que Korduras terminase su soliloquio. Arrinconado, encaramado a un taburete de madera, bebía su tibio café con leche de siempre mientras los miembros de aquella extraña Sociedad iban haciendo mutis por el foro, despidiéndose con abrazos y dando vivas a las nalgas de Juana, para así engañar a la falta de trajín sexual, que a todos atenazaba.

El compañero de la Caja de Ahorros le invitó a departir en la mesa donde se encontraba, ya sentado Korduras, y les presentó. Fernández, temeroso, tendió su mano y se sentó discretamente fuera de los claros de luz, para evitar mostrar a la concurrencia lo coloreados que se encontraban sus carrillos. El Señor Korduras y el Señor Agudo se enfrascaron en una conversación. Un nuevo plan.

Fernández atendió al coloquio, que resultó ser un monólogo de don Juan Luis y asintió humildemente cuando se le invitó a tomar parte del nuevo plan, que sería como un bautizo de fuego en la Sociedad, el viernes siguiente en la calle Mayor.

EL SEÑOR KORDURAS Y SU TIEMPO (1990). CAPÍTULO 3

III.- DE CÓMO KORDURAS CONSIGUIÓ QUE EL AYUNTAMIENTO AMPLIARA LAS INSTALACIONES DE LA CASA CONSISTORIAL Y HABILITARA ÉSTAS PARA LA RECAUDACIÓN DE OBJETOS PERDIDOS DE CONSIDERABLE VOLUMEN

Así habló Korduras:
“Amigo Agudo, y presentes. Tras mucho cavilar en los últimos días, ¡ah!, oficio al que nuestros congéneres cada vez con menos asiduidad se dedican para nuestra mayor congoja... Digo que tras mucho ver en mis paseos vespertinos hileras interminables de vehículos a motor que avanzan a un Kilómetro por hora (aunque sean proporcionados con el fin de alcanzar los trescientos en carretera abierta)... y tras mucho luchar día a día con la ocupación que estos advenedizos cacharros hacen de nuestro propio espacio vital de peatones de pro, he decidido que hemos de dar una lección, otra más, a la Humanidad. Y he tomado en consideración una antigua propuesta que nuestro asesor jurídico, el Señor Agudo me hiciera.

“Este es el razonamiento: Imaginen ustedes que yo abandonase en plena vía pública mi televisión gigante, porque o bien no puedo subirla hasta mi casa, o bien no es posible allí depositarla dado su volumen. O por carecer de un espacio habilitado a tal fin, pongamos un sótano, donde resguardarla del tiempo inclemente y el salvajismo de determinados individuos. Huelga decir que la causa reside en los volúmenes de dicho aparato imaginario, que superan lo pensable para
tales electrodomésticos. Conjeturen ustedes, pues, que una persona, paseando acompañado de su familia encuentra mi televisor aparcado entre dos automóviles. Supongamos que ese sujeto, cumpliendo con sus deberes ciudadanos, levanta a su hijo de pocos meses del carricoche y coloca como puede en él mi televisor para llevarlo a la oficina municipal de objetos perdidos. ¿Qué derecho tendría yo a condenar la actuación de este buen ciudadano si obró de buen corazón y con toda legalidad? ¿Podría el poder munícipe atacar tal acción por ser cumplidas sus propias directrices, la recta moral ciudadana y el deber de auxilio de los unos para los otros?”

Korduras esperó una contestación en sus interlocutores. Agudo sonreía y se limitó a decir: “De ninguna manera, querido Korduras”, Fernández se removía en su asiento intentando relacionar los paseos vespertinos del Señor Korduras, su televisión gigante, el carricoche del niño y qué tenía que ver el poder munícipe.

Así que prosiguió el líder: “Pues bien. Demostrado queda ya, y por ello no veo adecuado entrar en consideración de la contaminación que los vehículos de motor ocasionan en nuestras ciudades y en el mundo todo... Asimismo, digo, demostrado queda el sucio negocio tirano de almas que tras él se esconde, y demostradas quedan las falsas necesidades que en nuestros congéneres se han creado. Por supuesto, es indiscutible el bienestar que tales artefactos pueden crear, sobre todo cuando se trata de servicios comunales. Loados sean por su rapidez los servicios de incendios y las ambulancias, los Ángeles de la Noche y los mensajeros. Sin embargo, queridos amigos, cada cosa en su sitio. Lasciudades son para los seres humanos sin distinción de habilidades o torpezas propias. El vehículo está fuera de su hábitat. Imaginemos de nuevo a nuestro estimado y quijotesco ciudadano que transita por la ciudad empujando el carricoche donde su pequeño hijito duerme. Imaginémoslo exactamente en cualquiera de las calles –de tantas como hay- cuya acera no mide más de un metro. ¿Cuántas veces tendrá que bajar a la calzada exponiendo el carricoche y su hijito a cualquier iracundo automovilista? ¿Cuántas veces levantará el susodicho carrito por encima de los vehículos que ocupan, sustraen e invaden toda la acera? Será tortuoso, desde luego, su paseo. Supongamos que se trata de otro hombre que por avatares de la vida necesita de una silla de ruedas para sus desplazamientos y que vive en cualquier de las calles antes nombradas. Una mañana decide salir a respirar el enrarecido aire que nos envuelve, y ya ataviado se dirige al portal. Cuando lo abre, -oh, sorpresa- , de bruces se da con el morro de un coche que, por supuesto, así aparcado, le impide salir a la calle. Y por humanidad, me niego a suponer que sea imperiosa su salida al exterior. Y lo dicho, por las nalgas de Juana, que es cierto.”

“Pues claro”. Era Agudo quien asentía. Fernández percibió que empezaba a ver todo un poco más claro, y encontró explicación a porqué el camino hacia el trabajo se le hacía tan sinuoso, pues había asumido de tal manera la presencia de los automóviles en su vida diaria que no había caído en la cuenta de cómo le usurpaban el territorio vital día a día.

“Os propongo una nueva demostración de coherencia a nuestros conciudadanos. Para ello el próximo viernes os convoco a media mañana, en la Calle Mayor. Tomaremos un automóvil, equipados con largas barras de metal, lo elevaremos y lo llevaremos en procesión. El Señor Agudo, dada la calidad de su profesión, actuará como notario; el Señor Cabales ya ha puesto sobre aviso a la televisión local por si cualquier salvaje en uniforme nos hiciese frente, quede retratado. De esta guisa nos presentaremos en la Oficina Municipal de Objetos Perdidos y daremos cuenta al funcionario sobre dónde hallamos el objeto en cuestión perdido o abandonado, y daremos nuestros nombres y filiaciones por si acaso el dueño quisiese gratificarnos, o si este no aparece, para adquirir la propiedad del objeto o la parte que nos correspondiese en caso de que fuese subastado.”

Y así se hizo. Un viernes soleado sorprendió a la Sociedad en plena Calle Mayor, armados con las largas barras de metal y equipados con amplias ropas de trabajo de color azulón. Allí estaba el Señor Agudo levantando acta, el Señor Cabales y sus cámaras, el Señor Fernández, tan humilde, tirando hacia arriba de uno de los extremos de una barra y el Señor Korduras, que organizaba el alzamiento del coche elegido al azar.

La Sociedad acompasó sus movimientos y se dirigió hacia el Ayuntamiento, entre los rostros sorprendidos de viandantes y conductores. Por supuesto, el primer agente municipal que se cruzó en su camino se dirigió con paso altivo, con autosuficiencia y cara de poderoso tras amplias gafas de sol, hacia ellos:

- ¿Qué coño hacen ustedes con ese vehículo? –preguntó o vociferó.

- ¿Se dirige a nosotros agente? –ahí Korduras sacó toda su capacidad de calma y buen talante.

- ¡Por supuesto!

- Perdone usted, pero no entiendo su idioma.

- ¡¡¡Cómo!!! ¡¡¡Cómo se atreve...!!! –el policía, todo él, era una descarga de furia.

- Si desea usted que le entienda, procure hablar con educación y respeto, de la misma manera que yo le hablo. Y tenga usted la delicadeza de quitarse esas gafas de sol, como toda persona que se precia hace antes de entablar conversación alguna. Y claro está, anúnciese al menos con un “Buenos días”. Como estoy seguro de que no seguirá ninguno de mis consejos, buenos días señor agente, y andando que es gerundio –Korduras prosiguió su camino abriendo paso a tan pagana procesión.

El agente quedó clavado en el asfalto. Frío, perplejo, sin haber entendido, por supuesto, nada: absolutamente nada. Giró sobre sus talones y se dio de narices con la cámara. Inmediatamente desdibujó el maléfico rostro, sonrió y sacó pecho, por si los vecinos le veían por televisión.

Llegados al Ayuntamiento, el funcionario local no pudo sino aceptar el objeto perdido, al no poder oponer norma alguna. Extendió el resguardo correspondiente e hizo sitio en el reducido almacén para colocarlo. Momentos después se personó allí el Psiquiátrico con orden de recoger a un individuo que había llevado un coche al Ayuntamiento aduciendo que era un objeto perdido. El médico analizó allí mismo al señor Korduras, jefe de la operación, y dictaminó que le fuese puesta
la camisa de fuerza y llevado al Centro Psiquiátrico para realizar un examen en profundidad.

La presencia del señor Agudo en el pabellón psiquiátrico con el acta notarial en las manos y la retransmisión en el noticiero de mayor audiencia de las imágenes conseguidas por el Señor Cabales, enfriaron las ansias del Doctor Bloqueatti para estimar el encierro preventivo de don Juan Luis Korduras.

Las consecuencias no se hicieron esperar, fue grande la resonancia de tal evento en la ciudad y otros muchos de dedicaron a retirar vehículos de sus aceras y llevarlos al Ayuntamiento. Este, en Pleno Extraordinario, acordó habilitar un viejo edificio de diez plantas para estos menesteres.

El señor Fernández, cada vez más íntimo del señor Korduras, corrió presto a darle tan venturosa noticia. Y éste se limitó a decir:

- ¿Acaso le sorprende amigo Fernández? La Razón siempre resplandece.