Música: Pedro Soriano
Texto: Alfonso Salazar
Por no tener ni consuelo
se reparten los dolores,
en ciruelas del destino
van nuestros tiempos mejores.
De los limones guardados
en la corva de los dientes
uno sólo me ha quedado
para poder ofrecerte
Luz de las tintas rojas,
luz de las tintas verdes.
Se mueren los capitanes
ya sin barco ni mandato.
A mí me dieron candela
los meses de tus zapatos.
Posible es siempre posible
cuando la cabeza estalla.
Yo sé que tengo una muerte
esperándome en la playa.
Luz de las tintas rojas,
luz de las tintas verdes.
Si desnudo me acribillan
me coloco una coraza.
Que la armadura de viento
sólo protege en las plazas.
miércoles, 16 de septiembre de 2009
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