COPLAS EN LOS TENDEDEROS
(A partir de un romance de Rafael de León)
(Texto: A. Salazar. R. de León. P. Soriano. Música: P. Soriano)
Hambre de pan con aceite, las costumbres de la infancia,
mi madre tendiendo ropa con el sol de la mañana.
"Estate quieto ya, niño, deja de darme la lata,
que la radio trae estos versos a traves de la ventana".
Me lo dijeron ayer las lenguas de doble filo,
que te casaste hace un mes... Y me quedé tan tranquilo.
Nada de pegarme un tiro ni enredarme a maldiciones
Ni apedrear con suspiros los vidrios de tus balcones.
Porque sin ser tu marido ni tu novio, ni tu amante,
yo soy quien más te ha querido ¡con eso tienes bastante!
Que si al pie de los altares mi nombre se te borró,
por la gloria de mi mare que no te guardo rencor.
Porque al pie del tendedero la tristeza se me borra.
Que no hay mayor alegría que ser feliz en las coplas.
El niño imitando a Fangio con sus coches de hojalata,
un tren viejo de madera y una mañana muy larga.
Mi padre encendió un pitillo, se enteró bien de tu nombre,
y te compró unos zarcillos, y a mí, un pantalón de hombre.
¡Pamplinas, figuraciones que se inventan los chavales!
Después la vida se impone: tanto tienes, tanto vales...
Las verdades de la radio son verdades del barquero:
yo no tengo lo que valgo pero valgo lo que tengo.
Terminando los romances ya recoge la colada,
mi madre me tira un beso. Y la radio ya se calla.
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