domingo, 27 de septiembre de 2009

OLIVER

OLIVER
Música: Pedro Soriano
Texto: Alfonso Salazar

Que te vamos a decir que ya no sepas
o descubras de a momento a otro
bastaría marcar en tu piel, en tu tierna piel
tres nueves y llamarte mesías
para dar consuelo a nuestra existencia.
Sin embargo, más milagro que tú no encuentro.
Para cuando tus manos sean tan grandes
como el secreto que guardas,
los zarpazos vitales nos habrán debilitado.
Entonces bastará mirar tus manos crecidas,
o el milagro del secreto,
para saber que tras nosotros,
la noche ya tiene dueno.

Cuando yo era como él
gateaba y sonreía
el sol era un redondel
que nacía y se escondía.
Las horas eran de miel,
el tiempo era una utopía
la leche mezclada en té
como mi madre me hacía.
Y ahora que no eres mayor
para estar en la mentira
te daré en esta canción
lo más bello de la vida.

El sol era un redondel
que nos abre y cierra el día.

El silencio es un ratón
que canta melancolía
el cariño un biberón
con buen sabor a semilla.
Los amigos un rincón
que dan sentido a la vida
y el mundo es un gran botón
que ya harás a tu medida.

El sol era un redondel
que nacía y se escondía.
El sol es un redondel
Que nos abre y cierra el día.

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