Marga Blanco
CARMELA
Desde la ventana
el patio con el sol
es un acuario
de hojas vivas.
Hoy no pienso
ir a molestarte.
Me voy con Carmela
a su memoria de moscas
donde sus mil caras
de seducción felina
y su lengua de lija
me intentan quitar
las agujas y las horas.
Por eso a ella también la dejo
jugar con los botones.
Pero hoy no pienso
atravesar tu puerta.
Siento su ronroneo
en la punta de mis dedos
y me quedo con ella.
Así puedo comprobar
lo que tú sientes
-a veces-
al acariciarme.
domingo, 27 de septiembre de 2009
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